EL SENTIDO DE KENKYO 謙虚, LA HUMILDAD, Y RENCHI 廉恥, LA VERGÜENZA, EN EL KARATE Por Ramon Fernandez-Cid
EL SENTIDO DE KENKYO 謙虚, LA HUMILDAD, Y RENCHI 廉恥, LA VERGÜENZA, EN EL KARATE
Por Ramon Fernandez-Cid
Hace años, bastantes años, bajo la atenta mirada del Maestro Yoshiho Hirota me reuni en Barcelona con su alumno Hermenegildo Camps Mesegue, al que ya conocía desde hacía años por habernos presentado nuestro común amigo el Comandante Joaquín Yraizoz.
Hermenegildo Camps era un estudioso del Karate con el que yo coincidía en muchas cosas, entre ellas nuestra afición al estudio de la Historia y la Filosofía del Karate. Hermenegildo acababa de publicar un libro sobre este tema de igual título, y yo le entregué un cuadro que un alumno delineante me había hecho para mi Dojo de la Calle Foncalada de Oviedo con todas las diferentes líneas de transmisión del Karate y los nombres de los Maestros de cada una de ellas. Hermenegildo me pidió permiso para adjuntarlo a su libro y yo se lo dí encantado.
En aquella reunión ambos constatamos que, por nuestros conocimientos, sabíamos que no había bien definida una Filosofía específica sobre el Karate, sino que este había sido influido por las doctrinas filosóficas imperantes en los países de su origen y desarrollo, y, evidentemente, había sido colonizado ideológicamente por estas varias doctrinas filosóficas y religiosas.
Constatamos ambos que la Doctrina Confuciana formaba una parte importante del Cuerpo doctrinal atribuible al Karate, así como el Budismo, sobretodo en su vertiente Zen, y el Taoísmo, también muy presente en muchísimos conceptos.
Cuando yo le añadí el Shinto, Hermenegildo estuvo de acuerdo en que, al formar parte del Sincretismo japonés, también estaba presente en el Budo y, con la llegada del Karate a las Islas Centrales del Japón desde Okinawa se había asimilado completamente al Cuerpo Doctrinal del ya Karate-do.
Sin embargo, ambos coincidimos en que ninguno de nosotros tenía en aquellos momentos conciencia de una Filosofía específica para el Karate.
Con el tiempo, e inoculado por Juan Bish con el virus bibliográfico, fui recopilando una biblioteca bastante bien surtida sobre estos temas con todas las obras de Daisetz Teitaro Suzuki, Alan Watts, Tetsugen, Takuan, Muso, Lao Tsé, Chuang Tsé,Herrigel, Enomiya Lasalle, etc, etc, etc.
He estudiado y leído esos libros durante años, y muchos de ellos como el Gorin no Sho de Miyamoto Musashi, o el Arte de la Guerra de Sun Tzu, me han acompañado siempre en mis muchos viajes como lecturas de almohada,tambien Der Kriege de Clausewitz.
Hoy en día, cuando se hacen reproches a la manera de comportarse de algunos compañeros, diciendo que los Karatekas estamos mediatizados por un determinado Código de conducta a seguir, que lo nuestro es mucho más que un deporte, y que ese Código debería respetarse siempre, no puedo por menos de preguntarme ¿Qué Código? ¿El de Bushido?. No estaría mal que nos rigiéramos por él y lo respetarnos, o al menos lo intentáramos, pero me temo que no es así.
Entiendo que si que hay una determinada Moral en el Karate, probablemente fruto de la rica amalgama filosófico – religiosa que está en nuestro ADN, y que esa Moral está fundada en Principios y Conceptos morales inherentes a una determinada Tradición oral, no demasiado bien explicada y transmitida por aquellos que han sido nuestros Maestros Japoneses. Fujita Sensei en una de las muchas conversaciones que ambos mantenemos sobre estos temas me decía que estaba seguro de que esa había sido su culpa, de casi todos los japoneses, por no haberse explicado bien ante sus alumnos, aunque, como me decía y concuerdo con él, no ha sido tanto un problema de idioma, de hacerse entender, como de que la costumbre es la de contestar a las preguntas, no adelantarse a ellas.
Ese es un método muy oriental en general, ya que la única forma de saber si un alumno está preparado para recibir una explicación, es a través de las preguntas que haga.
Por todo ello, si no preguntas, obviamente no te contestan, y todo lo necesario se suele quedar en el tintero. Muchos han esperado toda su vida a que les digan o aclaren, sin preocuparse por averiguar e investigar. La parte práctica del Karate es la que siempre ha primado, lo físico siempre ha ido muy por delante de lo intelectual, que en cierta forma ha estado siempre mal visto, como si no fuesen cosas complementarias. Nadie se acuerda del Bun Bu Ryodo de Sokon Matsumura, como no sea para citarlo sin entrar a fondo en la cuestión.
En China, cuando se celebraban los exámenes, una parte de ellos era el Quanfa, pero la otra parte, y no menos importante, era el Examen sobre los Cánones.
Por eso me gustaría entrar un poco más a fondo sobre los Conceptos que forman esa Moral del Karate, Conceptos que están insertados, no sólo en el pensamiento intelectual, sino en la ejecución de las propias técnicas, porque según el Budismo Zen hay una inseparabilidad de Alma y Cuerpo, y ello es absolutamente cierto en las técnicas de Karate. Es imposible entender una técnica de Karate sin entender los procesos mentales que la acompañan, de muchos de los cuales ya he hablado o escrito.
Hoy quiero referirme a KENKYO 謙虚o la Humildad y a 廉恥 RENCHI, que puede traducirse por Sentido de la Vergüenza, Vergüenza, o también Sentido del Honor.
KENKYO 謙虚
Kenkyo está formado por dos kanjis :
謙Ken, que significa : Ser modesto, ser humilde o condescender.
虚Kyo , que significa : vacío, no preparado, pero también grieta, fisura, o falsedad.
Ambos kanji juntos, KENKYO se traducen al español como Modestia o Humildad.
Hay un Haiku japonés que dice :
Una espiga de arroz, cuanto más madura (o cargada), baja la cabeza. Su significado es que cuanto más sabio, más humilde. 稲穂と謙虚.
Al respecto, y antes de entrar en definiciones o consideraciones acerca de la Humildad en el Karate, repasemos una cita que sobre el Maestro Funakoshi realiza Richard Kim en su libro The Weaponless Warriors :
Funakoshi era un hombre humilde. Predicaba y practicaba una humildad esencial. Predicaba que el karate estaba enraizado en la verdadera perspectiva de las cosas, llena de vida y de consciencia. Vivió en paz consigo mismo y con los demás Cuando se menciona el nombre de Funakoshi, trae a la mente la parábola de «Un Hombre del Tao (Do) y un Hombre Pequeño». Como se cuenta, uno de sus alumnos le preguntó una vez: «Cuál es la diferencia entre un hombre del Tao y un Hombre Pequeño?» El Sensei replica, » Eso es fácil.
Cuando un hombre pequeño recibe su primer dan, casi no puede esperar para llegar a su casa y gritar a todo pulmón para contarle a todos sus vecinos que es primer dan. Cuando recibe su segundo dan, se subirá a los techos y le contará a la gente.
Cuando recibe su tercer dan, saltará dentro de su automóvil y dará vueltas al pueblo tocando la bocina y contándoselo a todos que ha obtenido su tercer dan.»
El Sensei Funakoshi continúa:
«Cuando un hombre del Tao recibe su primer dan, inclinará su cabeza agradecido. Al recibir su segundo dan , inclinará su cabeza y sus hombros. Al recibir su tercer dan, se inclinará hasta su cintura y se irá caminando calladamente a lo largo de alguna pared para que la gente no lo vea y no se den cuenta de él.»
Creo que el ejemplo elegido es muy adecuado y gráfico, además de que la vida del Maestro Funakoshi es todo un testimonio de lo que el queria transmitir, y es que no hay nada mejor que el ejemplo personal para enseñar.
Si entendemos la práctica y la progresión en el Karate como un Camino de auto-perfeccion, todas las circunstancias de ese Camino deberían ir encaminadas hacia un mismo fin : Ser mejor Ser Humano, ser una mejor persona, más allá de las habilidades conseguidas y la capacidad de vencer a otros.
Ello hace al practicante auto-exigente consigo mismo, no sólo con sus capacidades y habilidades para poder vencer a otros, sino también con la exigencia personal de un cierto comportamiento moral que parta de unas bases sólidas.
La Honestidad, que los japoneses llaman 正直 Shōjiki, es una de ellas. No hay peor estupidez que la de engañarse a sí mismo, y es por ello que la Honestidad es esencial para con los demás, pero también para con nosotros mismos.
Se nos ha enseñado que Rei, la Cortesía, es una de las primeras reglas del Karate. Karate-do Rei ni hachimari, Rei ni Owaru. Así es que, con un arma tan peligrosa en las manos, 溫柔 Onju, la Gentileza, la Caballerosidad, se hace imprescindible.
Pero el Camino del Karate es un Camino largo y difícil, no es algo placentero, aún y cuando pueda parecerlo, y las endorfinas que nos proporciona nuestro cuerpo nos den esa sensación. El Camino del Karate necesita de Paciencia y de Perseverancia, algo que los japoneses conocen como 忍耐 Nintai, la capacidad de aguantar las muchas pruebas que se nos pondrán y poder resistirlas. Y eso es algo que trasciende la atmósfera del Dojo, que termina por impregnar nuestra vida si nuestra Actitud,態度 o Taido en japonés, la manera en la que estemos dispuestos a comportarnos u obrar, es la correcta y así lo hayamos asimilado.
Esa Actitud va a hacer que, poco a poco, nosotros mismos seamos capaces de Auto-controlarnos, de poner a nuestras emociones el freno necesario para estar supeditadas a nuestra voluntad y a nuestro entendimiento. Así es que definimos está cualidad, que los japoneses llaman 克己 Kasumi como la restricción impuesta por nosotros mismos a nuestras propias acciones.
Una cualidad que se ha reconocido siempre a los grandes Karatekas que nos han precedido a lo largo de la Historia, es la de poseer un Espíritu indestructible, absolutamente inquebrantable e inflexible, capaz de soportar las mayores pruebas, de someterse a ellas sin evitarlas, de tomarlas como un reto que ha de ser superado. Los japoneses llaman a ese Espíritu indomable 不屈 Fukutsu, en español le llamaríamos Espíritu de Superación, y es más el Espíritu de superar todas las dificultades, que aquel necesario para el Combate 戦闘精神Sentō seishin , también conocido como Toukon 闘魂 o Espíritu combativo. Ese es el Espíritu que caracteriza a un karateka serio, caminante de su Camino, y que admira a quienes le rodean : La actitud de luchar y superar todas las dificultades sin rendirse, sean éstas las que sean, con firmeza y con rectitud.
Todas esas virtudes y capacidades morales, al final, pasan por el tamiz de una sola : KENKYO 謙虚, la Humildad, la capacidad de ser humilde, de reconocer la valía en los otros, es también la actitud por la cual somos capaces de reconocer nuestros fracasos y debilidades, también de no presumir de nuestros logros, éxitos o victorias. Como más arriba nos enseñaba el Maestro Funakoshi. Esto, aunque pueda parecer un síntoma de debilidad, lo es de fuerza, ya que el que es humilde lo es por su propia elección.
En el Karate, conseguido con el tiempo un determinado estatus, se suelen dar dos comportamientos que necesitan corrección. Por un lado, aquel que se sabe bueno tecnicamente, o que ha alcanzado cierta excelencia en alguna faceta del Karate, y quiere demostrarlo continuamente. Por otro lado, aquel que habiendo tenido un reconocimiento por sus cualidades o su técnica, aquel que es apreciado y respetado, y que, como consecuencia de la edad, o de no haber seguido entrenando con la debida diligencia, sabe que ya no es el mismo y evita mostrarse en público para que otros no le juzguen.
La Humildad es un valor inestimable del Karate, y es la piedra de toque de nuestro carácter en el Camino, la escala en la que se mide todo.
Si uno entrena Karate para superarse a sí mismo todo eso carece de importancia, porque sabremos reconocer el progreso en otros y las carencias en nosotros. Los grados jamás deberían ser solicitados por uno mismo.
Los grados deberían ser, en realidad, la oportunidad de ponernos a prueba y ver la opinión que los demás tienen de nuestro trabajo, no un fin en sí mismos, sino un medio para progresar. La concesión de un grado debería ser la constatacion sincera que otros sienten por nuestros esfuerzos, no un motivo de orgullo o de presunción.
Corregir los defectos observados debería de ser mucho más importante que el grado que se nos otorgue.
Y ese es el Espíritu originario del Shiai 試合, que se traduce como Partido o Encuentro y que está formado por los kanjis 試す Tamesu, para probar, para demostrar, y合 Gō que se suele traducir por síntesis.
La frase que va a continuación refleja mucho mejor el espíritu de lo que Shiai es en realidad あなたが降伏すれば、試合は終わった Anata ga kōfuku sureba, shiai wa o watta, que se traduce por :Si te rindes, el partido ha terminado.
Shiai, el espíritu que animo a los Maestros Tzujikawa y Nakayama cuando lo impulsaron, fue, precisamente, todo lo contrario en lo que se ha convertido. Shiai se constituyó para probarse enfrente de otros, para probar y experimentar técnicas y aprender y practicar principios. El Reglamento era muy estricto para evitar los accidentes, pero respetaba los criterios del Bujutsu que es el Karate.
廉恥 REN CHI
Renchi se suele traducir por Vergüenza, la capacidad para avergonzarse, y también por Sentido del Honor
Lo curioso es que el kanji Ren 廉 tiene muchas y variadas acepciones y su significado real va a venir del kanji que le acompaña, en este caso 恥 Chi que se traduce por Vergüenza o Deshonra.
Así podemos tener varios ejemplos de asociaciones con el kanji Ren, como Seiren 清廉 que se traduce por Pureza, 廉正 Rensei que se traduce por honesto y recto, 廉洁 que se traduce por incorruptible, recto, transparente.
Como vemos todas las acepciones hacen referencia a la rectitud, al sentido del honor, a la honestidad y a la incorruptibilidad.
Y es que, en la Sociedad japonesa, 廉恥 REN CHI expresa más que nada la capacidad de avergonzarse por no hacer lo correcto, lo que se espera de ellos, por eso se considera a Renchi como el tener Sentido del Honor, el saber que es Honorable y que no, y también el sentir vergüenza por no cumplir con aquello que es honorable.
Renchi es muy importante en el Karate, es la espuela que nos auto-inflinge la censura de nuestros actos cuando no son correctos, cuando no son humildes, cuando no cumplen con todas las virtudes que hemos mencionado más arriba, es ese sentido de la vergüenza y del deshonor lo que nos hace rectificar, ratificarnos en la Humildad y pedir perdón por nuestras faltas.
廉恥 Ren Chi va también ligado a Giri 義理 que es traducido como Obligación o Sentido del Deber, que es una condición indispensable que se aprende en un Dojo cuando nos debemos a nuestro Maestro y a nuestros Compañeros. En el saludo inicial y final, siempre está presente :Sensei ni rei, Otagai. ni Rei.
Aún y cuando el Camino es personal, no somos una isla, y nuestro progreso personal depende en buena medida de las personas que nos acompañan en el Camino. Por eso existe ese Giri, esa Obligación de agradecimiento y lealtad.
廉恥 Ren Chi constituye nuestra capacidad de avergonzarnos por no cumplir con nuestro deber, con nuestra obligación, con la lealtad debida, por no ser humildes o demostrar humildad, por muchas cosas que deberíamos rectificar en nuestro Camino. Tener 廉恥 Ren Chi es tener en nuestras manos el instrumento necesario para rectificar lo incorrecto o impropio, para juzgarnos a nosotros mismos.
En la Sociedad actual una de las cosas importantes que se ha perdido, o no es como debiera ser, es el Sentido del Honor y la capacidad de avergonzarse por nuestros actos. Hoy todo se justifica por algo, la manga es ancha y la conciencia más. Y no debería ser así,y en el Karate mucho menos.